El Consejo Directivo del INTA, en donde participan entidades del agro y las autoridades del organismo que representan a la Secretaría de Agricultura, aprobó una serie de modificaciones estructurales que responden, en gran parte, a la situación presupuestaria y la motosierra del presidente Javier Milei.
Entre las medidas adoptadas, se decidió una reducción de cargos gerenciales y coordinaciones, que representan un “ahorro” de $1400 millones para el organismo, equivalente a la baja de 115 agentes, según un documento al que accedió LA NACION.
Para 2025, el INTA tiene asignados $223.000 millones, una cifra menor a los $251.494 millones que se habían planificado originalmente en el proyecto de ley de presupuesto para 2025.
En los interiores del Instituto se estima que estos fondos solo alcanzarían hasta septiembre, por lo que pone de manifiesto la necesidad de ajustes en la estructura y el funcionamiento de la institución..